Hoy en dia y en estos tiempos Trumpperos, la era mejor comunicada, donde los datos y mensajes viajan por el espacio, se nos plantea el cambio desde el conocimiento y desde la esperanza en el Ser Humano, la creencia positiva, del tender siempre al equilibrio.
Contando con las facilidades comunicativas, entre todas las personas que vivimos en este «nuestro» planeta, (nunca fue nuestro, visión completamente capitalista y sentido de propiedad), se nos brinda la oportunidad de unirnos, de compartir ideas y de posicionarnos ante todo lo que acontece. Esta debe de ser el arma. Lejos quedará la revolución ganada pueblo a pueblo, provincia a provincia,en definitiva haciendo guerras de guerrillas.
Estamos llamados a vivir la mejor época de la historia de nuestra especie, y debemos construirla con buenos cimientos, desde abajo, desde lo individual a lo colectivo. Grandes son las posibilidades de cambio individual, muchos ya son los frentes en los que podemos combatir; alimentos de temporada y de proximidad, consumo responsable, aplicar las 3R, compromiso social entendiendo la vida desde una comunidad…
Estas cuestiones deben enseñarse y replicarse, deben ser auto-exigidas por uno mismo/a cambiando por ende, la forma de relacionarse con el entorno y de repercutir en él. A todo estas cuestiones se les ha llamado por algunos/as CUIDADOS, desligando este concepto a definiciones machistas y ocultistas . Forma de relacionarse con el yo y con lo que no soy yo. Entender el crecimiento, la búsqueda de la felicidad y del bienestar desde el cuidado, provocará la revolución, con armas como la concienciación y elección personal de un cambio de estilo de vida, un cambio de necesidades, un cambio de forma de relación con el medio.
Por todo ello, el actual sistema que esta formado por personas, pero que no cuenta con ellas, cambiará sin poder hacer nada, sin saber como luchar en tantos frentes individualmente colectivos. Cultura del cuidado que ya está en muchos grupos sociales y que se extiende o propaga como un virus, a pesar que el sistema luche para vender lo contrario.
¡Pon tu revolución en marcha!
La opinacoteca 