Desde la inconsciencia y el radicalismo, desde el equivoco y la salida inconsciente a los problemas, la desconfianza en el Ser Humano, la creencia en el nuevo fascismo, en el liderazgo personalista y el «mie-odio» a lo desconocido, muchos ciudadanos caen y apoyan este pensamiento, un error cometido en el pasado, que nos llevó a la falta de libertades, a la muerte de muchas personas que quisieron ser libres.
Nostálgicos que recuerdan olvidando, no sabiendo crecer, evolucionar, creyendo que otros tiempos fueron mejores. Siguiendo una causa ya fracasada, anacrónica, fuera del nuevo orden, fuera del contexto que exige una mirada global, un Estado de Estados, un orden regularizado que atienda todas las culturas, los sentimientos y obviamente las economías individuales.
Las manzanas podridas son realmente quien controla sin escrúpulos las masas, personas que se emborrachan de poder, que se aprovechan de la necesidad de la gente que vive sin vivir. Embusteros, egoístas, psicópatas del pensamiento único…..
Enaltecimiento fascista que asusta, que deja perplejos a muchos, otros lo empequeñecen y no le dan valor, algunos lo blanquean interesadamente, pero que está ahí y no se puede dejar pasar, ni permitir. No debemos menospreciar la barbarie del Fascismo.
«Si no hay violencia se puede enaltecer el Franquismo». Decía uno de corbata azul…
«Una época de cambio es la que vivimos y tenemos que estar alerta, preparados para no dejarlos crecer y pararles los pies.»
La opinacoteca 