Distracciones

Difícil comenzar sin saber por dónde, de tanto de qué hablar, los escritos inesperados son así dejarte llevar por cuestiones de actualidad, sobresaturación de información y realidad. El exceso de conexión parece hacernos esclavos y es difícil desengancharnos…

Rutina a la espera de la lotería, que te haga subir los escalones del privilegiado, que no trabaja, que no tiene el yugo del vasallo. Por mucho que te guste lo que haces, si lo hicieras por agrado, lo harías de otra forma, con calma, con elección en el cuándo, en el cuánto y en el cómo.

Así que, vivimos engañados en la falsa libertad, creyendo que lo conseguimos, que todos/as somos iguales y que tenemos las mismas oportunidades y privilegios. Engaño que se mantiene y que se controla con el abuso de necesidades ficticias, abuso de horas de trabajo, abuso de comida procesada, abuso de anuncios comerciales, abuso en nombre de la seguridad y de robo de la intimidad…

¿Cómo gestionar toda esta insatisfacción y repulsa hacia lo cada vez más evidente? Lamentablemente muchos están viendo respuesta en la vuelta al autoritarismo. En el momento que se puede transformar el poder económico, con ideas nuevas y mas justas aprovechando el momento de crisis, éste prefiere financiar ideas antiguas y estrechas que abogan por la resta en libertades, para implantar otra vez sistemas clientelares y menos democráticos.

Es pues, difícil acabar sin saber de qué hablar, qué decir, los escritos inesperados son así, que acaban sin concluir, dejándotelo a ti.

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